domingo, 4 de noviembre de 2012

Impermeables

Cuando llueve nos acostumbramos a ver muchos de estos impermeables, o incluso los usamos. Nos protegen de la lluvia, no dejan que entre una sola gota de agua y nos mantiene secos. En definitiva, no dejan que nos afecte lo que viene de afuera, lo que podría mojarnos o causarnos un resfriado. Nos aíslan.
Pensemos. Terminó la época de lluvia, ahora sale el sol, hace más calor, explotan las risas, florece el jardín y todo toma color de vida y renuevo. ¿Seguimos con los impermeables puestos?
Hay violencia, pobreza, inequidad, injusticia, delincuencia, enfermedad.
¿Seguimos con los impermeables puestos?
Nuestros hermanos humildes nos hablan, nos enseñan su historia, nos piden ayuda.
¿Seguimos con los impermeables puestos?
Todos participamos de una sociedad que nos propone sofisticados "impermeables" como sistemas normales de vida. Como podrán ser los porteros eléctricos: te comunicas con el que toca el timbre sin involucrate con él. Supermercados construidos de tal manera que puedes comprar sin hablar con nadie. Universidades que atosigan a sus estudiantes con estudios, exigencias y exámenes para que no "pierdan el tiempo" con otras cosas que los involucren en el país. Sofisticados sistemas de comunicación en el que navegas, chateas, opinas, compras, vendes sin involucrarte con nadie. Los ejemplos son miles, el objetivo uno: no involucrarse, no mojarse con la lluvia, quedarnos comodamente "secos". La sociedad nos enseña a no sacarnos los impermeables.
Pero la Iglesia Católica sigue a Cristo, el Hijo de Dios, quien no tuvo reparos en mezclarse con la humanidad, involucrarse para siempre con el ser humano. Esa es la misión que a la Iglesia le toca prolongar en el tiempo. Por esto la Iglesia nos invita a involucrarnos con otros, a "sacarnos los impermeables", como lo hizo Cristo, como lo hizo Alberto Hurtado, como lo hicieron miles de laicos a lo largo de la historia.
¿Queremos seguir con los impermeables puestos?

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho lo que dices, me gusta la metáfora que usas para referirte a la indolencia y a la indiferencia.
    A pesar de que no comparto con la Iglesia Católica, alguna vez fui parte de ella y eso me enseñó que si hay gente que vale la pena y hay gente que quiere trabajar por el país desde la Iglesia como institución y con la Iglesia entendida como la Ekklesía, la asamblea.
    El sistema capitalista parte del principio del individualismo, eso ha mantenido a nuestra sociedad profundamente enferma desde la llegada del experimento neoliberalista.
    Sigue así, me gusta tu forma de invitar a la Iglesia a una acción directa con la sociedad, tomando como gran ejemplo al difunto Padre Pier Dubois.

    PD(1): Te recuerdo que por protocolo a los santos se les debe llamar por su calidad de santos, San Alberto Hurtado. (Te lo digo porque soy un idiota muy protocolar, si quieres no me tomes en cuenta).
    PD(2): Te invito a leer mi blog, no es nada combativo quizás, pero puede entretenerte un rato. http://cruzafronteras.blogspot.com/

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    1. ¡Perdona la tardanza en responder!
      Así es, la cultura occidental siempre estuvo marcada por el "logocentrismo" y por el individualismo. El cristianismo naciente, en cambio, era profundamente comunitario (lo que mencionabas sobre Ekklesía, ¡a lo que hay que volver!)Pero a causa de la inculturación se dejó penetrar por el intimismo. Hay que hacerle frente a este sistema inhumano e intimista que es el neoliberalismo.
      PD (1): Es cierto, jaja...pero soy muy patudo.
      PD (2): Encantado, voy a echarle una leída

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