viernes, 26 de octubre de 2012

Canto.


Señor nuestro,
Acompaña a los que, vueltos a la calle,
No les queda otra alternativa que tomarla
Y hacerla suya;
Pasar de ser un murmullo bajo un puente,
A ser un canto liberador.

Dejanos hacer gritar los dolores
De nuestros pueblos,
Pa’ que tus pueblos adoloridos se levanten
A cantar el amor verdadero

Que resuenen las puertas y las ventanas del cielo
Con las andanzas de nuestras voces vivas

Que Jesucristo camine en nuestros carnavales
Y alimente nuestros corazones
Pa’ que su sed de justicia nunca acabe,
Y brote en cada palabra que se haga carne
Al retumbar nuestros pasos,
Nuestras manos.

Danos fuerzas pa’ no dejar de cantar,
Pa’ que nuestros hermanos se vayan librando de sus cadenas.

En cada son de nuestro caminar,
Que nadie decaiga en este andar,
Que tus pueblos nunca dejen,
Nunca dejen de cantar.

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