sábado, 22 de diciembre de 2012

¿Dónde esperamos que nazca Jesús?

Se nos viene la Navidad encima, y entre tanto regalo, centros comerciales y "Jingle Bells" se nos pasa lo más importante: El nacimiento de Cristo.
 Más allá del repetido -y hasta manoseado- discurso de volver a los orígenes y acordarnos de aquella pareja de Nazaret que viajaba a Belén para dar a luz a un hijo, lo importante es tener la certeza de que el nacimiento de Jesús en un pesebre pobre, ruinoso y sin olor a flores es más actual  y urgente que nunca. Navidad no se trata de "recordar"  a un Dios que elige solidarizar con la humanidad , sino celebrar que Dios en Jesús nace en todos nosotros: en nuestra pobreza, en nuestra vida cotidiana, en nuestro trabajo, en nuestros amigos y en nuestra familia, y todo esto nos lleva a una gran pregunta
¿Dónde esperamos que nazca Jesús?

Pensemos en nuestro Chile, con sus calles, las ferias, sus poblaciones, sus barrios, su gente, la ciudad, el campo, el mar, los hielos, la sequedad del desierto.
 ¿Dónde esperamos que nazca Jesús?
Pensemos en la política, los empresarios, los medios de comunicación, la violencia, la mentira, la corrupción, la injusticia e inequidad de la que son víctima cientos de miles de nuestros hermanos.
En esta Navidad el Niño Jesús nacido pobre entre los pobres, bajo un puente y al escuálido calor de un bracero nos llama la atención, nos hace combatir el egoísmo para que pueda nacer también en las oficinas de aquellos grandes edificios de los grupos económicos, en las salas de reuniones de los gobernantes, en los sets de televisión, en las iglesias que se han creído un club privado de elite y se cerraron para muchos hermanos, y en tantas partes donde falta que su brillante y sencillo mensaje ilumine habitaciones sumidas en la oscuridad de la comodidad y el egoísmo. 
Hagámonos la pregunta esta navidad -¡pero hagámosla de verdad!- 
¿Dónde esperamos que nazca Jesús?

No hay comentarios:

Publicar un comentario