miércoles, 9 de mayo de 2012

Hacia Ti.


"Prosigo mi carrera hasta alcanzar a Cristo, quien ya me dio alcance. No, yo no pretendo conseguirlo todavía, y olvidando lo que dejé atrás, me lanzo hacia delante"
-Filipenses 3:12-14


Es difícil actuar sin una motivación, es difícil llegar a la meta sin el empuje necesario para correr hacia ella. Perdemos tiempo en buscar problemas, en encontrar excusas para no salir de las cosas. Nos hastiamos, nos desmotivamos y "tiramos la esponja", si total ¿Para qué me voy a esforzar?
 Por más que tengamos los problemas más grandes y complejos, podemos encontrar refugio y aliento en las manos de Dios. En Él podemos abandonarnos y encontrar consuelo, mas por eso no debemos dejar de actuar; el cristiano debe confiar en Dios, pero no quedarse cómodamente ahí, hay que actuar para combatir nuestros problemas y los de nuestros hermanos. Olvidamos que no estamos solos, muy fácilmente nos centramos en nuestras cosas y no ponemos atención a lo que pasa a nuestro alrededor; en la casa, el colegio, la universidad o el trabajo, no sabemos si hay alguien que sufre, que tiene una herida y necesita ser escuchado y comprendido. No vemos ¿Y por qué no vemos? Porque olvidamos también que en Dios encontramos descanso y fuerzas; en Dios y sólo en Él podemos batallar las inseguridades, las dolencias y encontrar esa meta tan bella y  misteriosa. Olvidémonos por un momento de lo que nos aqueja y dejémoslo en las Manos del Dios de bondad, corramos decididos a la Meta del Amor Eterno, de los abrazos de Padre Bueno, de Amigo Incondicional.
En esta pequeña reflexión pidámosle a Dios la gracia de abandonarnos e ir hacia Él, de ofrecer nuestros dolores y encontrar en Sus Manos el consuelo y la fuerza para combatirlos
No hay que temer ir hacia Dios, no hay que temer porque estamos con Él. Mil cosas nos atan, mil cosas nos producen inseguridades, pero con la fuerza del amor todo cobra sentido y lo que está de más desaparece.
Un abrazo en Cristo, gracias por leer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario