lunes, 12 de marzo de 2012

Santa locura

"Nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, locura para los gentiles; porque la locura de Dios  es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios, más fuerte que la fuerza de los hombres."
Corintios 1, 22-25.


Cristo no es un modelo fácil ni cómodo de seguir, si no lo es para nosotros, con cuan mayor razón lo fue para los discípulos. La persecución, la cruz, la desilusión, la cárcel. La muerte. Había que estar loco para seguirlo, sobre todo luego de su crucifixión; los judíos buscaban por todas partes restos de su legado y gente para acallarlo definitivamente, y la situación que ellos vivían ya era desalentadora ¿Qué pasó con el Maestro? ¿Y sus promesas? Valientes fueron los que a pesar de todo siguieron creyendo en Él, ya que sabían que Su Palabra es vida y vida por la eternidad. Debemos tomar a aquellos discípulos como modelo de valentía, modelo de hombres llenos de la santa locura de Dios. Uno de mis locos favoritos es San Lucas, tal vez uno de los evangelistas más fervorosos y que sin embargo nunca conoció a Jesús, pero eso no fue impedimento para que entrara en una búsqueda profunda de su Palabra y Mensaje. ¡Cómo no tomar de ejemplo su determinación, su valentía! ¿Cómo no querer imitar esa locura? Al saber sobre su historia, sobre la conversión de Saulo -Quien no solo no conocía, sino que perseguía a los de Cristo-  ¿Cómo no impregnarse de esa santa locura y querer embarcarse? Dios nos quiere así, como decía Pablo a los Corintios; locos para los hombres, pero sabios a los ojos de Dios. Débiles para los hombres y fuertes con Dios. Hay que estar loco para seguir a Dios en estos días en que lo más normal es vivir en un mundo donde las verdades se tildan de dictatoriales, donde ser creyente es sinónimo de iluso o incluso idiota, en donde si tenemos que pasar por sobre alguien para llegar a nuestro éxito lo hacemos, en donde si hay que mentir para "salir del paso", se miente ¿No es también para ellos una debilidad?  "Claro" -ellos dirán- "Éstos ilusos creen en Dios porque no pueden vivir por sí mismos". Creemos en Dios porque en Él encontramos la fuerza de la vida, encontramos el sentido del camino.
No hay que temer enloquecer y seguir a Cristo, no hay que temer porque estamos con Él. Mil cosas nos atan a este mundo; el placer, el éxito, la fama, el dinero, el trabajo y cuántas otras cosas. Con ésta locura todo cobra sentido en Dios y lo que está de más desaparece. Lo único importante es cumplir la voluntad de nuestro Padre Bueno.
Pidamos al Padre la Santa Locura de vivir su camino.


Un abrazo en Cristo, gracias por leer.

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